El conflicto armado entre Rusia y Ucrania y sus consecuencias económicas, como la crisis energética subsiguiente, han impactado fuertemente en los tráficos del puerto de Baiona a lo largo del 2022, a pesar de las excelentes perspectivas del inicio del año.
Así, el volumen de los productos manipulados en el puerto de Baiona se ha visto reducido en un 15,11% en comparación con el año anterior y supera por poco los dos millones de toneladas.
El tráfico en el puerto de Baiona ha estado afectado por el contexto geopolítico y sus consecuencias
La combinación de la abrupta parada en los tráficos desde el Mar Negro y del incremento en los costes de los productos energéticos ha propiciado una “disminución significativa” del tonelaje.
El imprevisto cierre de los puertos ucranianos y las tensiones en los mercados rusos han obligado a algunos operadores del puerto de Baiona relacionados con los fertilizantes, el acero y los hidrocarburos en particular, a encontrar nuevas fuentes de suministro, lidiando con un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda. La disminución de materias disponibles en los mercados, el aumento masivo de los costos de compra y su volatilidad han impuesto una reducción en los volúmenes de comercio que transitan por el puerto.
El puerto de Baiona lamenta la interrupción de nuevos tráficos siderúrgicos desde Rusia
En este contexto, desde el puerto de Baiona lamentan la brusca interrupción de un nuevo tráfico de productos siderúrgicos procedentes directamente de Rusia, por lo que la instalación portuaria se ha visto privada de una perspectiva de crecimiento que se esperaba alcanzase 150.000 toneladas anuales.
Por otro lado, el aumento muy significativo de los precios de la energía ha perturbado fuertemente el procesamiento de los productos de los clientes industriales que utilizan el puerto, hasta el punto de conducir a algunos cierres de líneas de producción a finales de año. Por ejemplo, el puerto de Bayona vio caer los volúmenes de la acería de Celsa en un -2 4%, 187.000 toneladas menos; la disminución de las importaciones de fertilizantes en un -30%, con otras 130.000 toneladas a restar; y los volúmenes de hidrocarburos refinados, que, con 90.000 toneladas menos se ha reducido en un 40%.
Este clima de incertidumbre es poco propicio para lanzar nuevos proyectos, pero el puerto de Baiona puede vanagloriarse de haber recibido -por primera vez en su historia- maíz de importación destinado a un industrial local. La pertinaz sequía que afectó a Francia y en particular, al suroeste en 2022, explica estos cambios en los flujos, que por lo tanto, son coyunturales. Por lo tanto, los responsables de puerto vasco francés son de la opinión que el año 2022 ha estado marcado por variaciones de tráfico que son consecuencia directa de un fenómeno coyuntural y no estructural.
Por esta razón, el puerto de Baiona sigue confiando en el futuro y continúa trabajando para establecer las condiciones para una recuperación dinámica del tráfico en los próximos años, centrándose en la consolidación del tráfico existente y en el desarrollo de otros nuevos.
Inversiones de 30 millones de euros
La Región de Nueva Aquitania, propietaria del puerto de Baiona, y la Cámara de Comercio e Industria de Baiona País Vasco, gestora del mismo, están llevando a cabo conjuntamente su política de inversión destinada a modernizar las herramientas y las infraestructuras a disposición de los usuarios del puerto.
Este es particularmente el caso de la terminal de la zona de Blancpignon en Anglet donde el puerto confirma un vasto y ambicioso programa de inversión para 2022-2024 que se traduce en dos acciones principales. De un lado, la demolición de tres antiguos almacenes en concesión para, posteriormente, iniciar la construcción de nuevas celdas de almacenamiento optimizadas por un total de 5.000m² de capacidad.
Por otro lado, se están acometiendo obras para duplicar la línea de atraque del muelle de Castel, para aumentar en una hectárea de superficie en el muelle Gommes y el despliegue de nuevas vías férreas. Estas tienen como fin acomodar a los barcos más grandes en el puerto de Baiona, garantizar la operación simultánea de dos barcos de gran porte en el muelle, y optimizar el cambio modal terrestre por tren.
Las inversiones realizadas alcanzarán los 30 millones de euros en este ámbito y reflejan “un deseo compartido de la Región y la Cámara de Comercio de apoyar a las empresas en el aumento de las actividades y su diversificación, asegurando y fortaleciendo la competitividad del puerto de Baiona”, señalan desde el propio puerto.
En este sentido, los operadores también están invirtiendo en el puerto, como la puesta en marcha de un nuevo almacén privado de 4.000m² en 2022 por parte de la compañía Bayonnaise Port Handling Company.
Por otro lado, la validación de un programa de extensión de la compañía Silos de l’Adour en el área con la construcción en 2023 de un almacén adicional de 3.100m². Ambas instalaciones estarán destinadas a recibir mercancías a granel.
